La pandemia del COVID-19 nos tomó a todos por sorpresa. El nuevo coronavirus conocido en jerga técnica como el SARS-CoV2 es un virus nuevo para la humanidad. Reportado apenas a finales de 2019 e investigado exhaustivamente desde ese momento, este virus ha puesto en jaque a las autoridades sanitarias del mundo entero. Se sabe poco del SARS-CoV2 pero a la vez sabemos mucho, nunca en la historia hemos tenido tanta información sobre una nueva enfermedad en tan poco tiempo y sin embargo todo el caudal de conocimiento no es suficiente para poder encontrar una cura, una vacuna o un tratamiento con alta grado de eficacia.
El nuevo coronavirus se ha caracterizado por su alta tasa de contagio y una tasa de letalidad baja. Sin embargo, al ser un virus que se transmite más rápida y fácilmente, el número total de personas que han muerto a causa de este virus es elevado en todo el mundo. Los síntomas relacionados al nuevo virus son variados y van desde fiebre muy alta, tos, pérdida de olfato y gusto, congestión pulmonar y finalmente insuficiencia respiratoria. La insuficiencia respiratoria es causada por el colapso de la función pulmonar, en un porcentaje de pacientes es necesario el uso de oxígeno o el tan temido procedimiento de intubación en una sala de cuidados intensivos. Por tal motivo, la primera línea de médicos que combate el coronavirus corresponde a médicos neumólogos e intensivistas.
Para conocer más acerca del SARS-CoV2 y de las complicaciones respiratorias que se presentan en los pacientes infectados, hemos contactado con la Dra. María Belén Noboa. La doctora Noboa trabaja con nosotros en CLIETSA como médico neumóloga. Los médicos con especialidad en Neumología tratan enfermedades agudas o crónicas del tracto respiratorio.
La doctora Noboa es médico especialista en Neumología. Además, cuenta con un máster en enfermedades pulmonares intersticiales.
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Una enfermedad respiratoria aguda se refiere a aquellas enfermedades o afecciones que inician bruscamente y atacan el tracto respiratorio. Por ejemplo, afecciones causadas por el virus de la gripe, influenza o el famoso SARS-Cov2. Por otro lado, una enfermedad respiratoria crónica es aquella patología que tiene una duración superior a tres meses, esta afección limita el estilo de vida del paciente y requiere tratamiento constante para controlar la enfermedad; por ejemplo, el asma.
El 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha escogido una fecha específica en el calendario para advertirnos de los peligros del tabaco, las consecuencias de su uso prolongado y los efectos sobre nuestra salud respiratoria. En el 2020, la OMS ha enfocado la campaña de prevención de uso del tabaco en los más jovenes. El grupo social que está siendo bombardeado con publicidad de la industria tabacalera son los adolescentes. La publicidad busca atraer a los jóvenes al consumo de tabaco a través de nuevas estrategias y productos que han «modernizado» el consumo de cigarrillo. Ahora es común ver que las nuevas generaciones consumir cigarrillo electrónico con la errónea idea de que no es un producto nocivo.
En Ecuador, estudios de la OMS arrojaron como resultado que en 2016 el 37% de los jóvenes tienen la sensación de que fumar los ayuda a sentirse cómodos en una reunión social. Es una estadística preocupante porque se asocia al tabaco como un catalizador social y esto implica en que la idea se va trasladando de generación en generación incrementando el número de consumidores de tabaco en todas sus formas. El cigarrillo de por sí es un mortífero en todas sus formas por todas las sustancias químicas de las que está compuesto (existen diversos estudios que asocian al cigarrillo con una gran cantidad de enfermedades respiratorias y cáncer) y además representa un peligro adicional debido a la pandemia del COVID-19.
El SARS-CoV2 es un virus que ingresa a nuestro cuerpo a través de la mucosa; es decir, a través de la nariz, boca u ojos. Las personas infectadas al hablar, toser o estornudar emiten gotas microscópicas de saliva (las llamadas gotitas de flush) que contienen una carga viral importante. Si una persona tiene contacto directo con dichas gotas de flush o superficies contaminadas por las mismas, puede contagiarse y repetir el ciclo. Por tal motivo, los organismos de control hacen esfuerzos muy grandes para concientizar a la sociedad en general sobre el uso de mascarilla, distancia social y lavado frecuente de manos. En el caso de los fumadores, existen los siguientes riesgos adicionales:
- El fumador se retira la mascarilla para poder fumar y es susceptible a contaminar o contaminarse más fácilmente.
- El fumador se lleva las manos con más frecuencia a la boca. Si antes de fumar el fumador tocó superficies contaminadas, estará llevando el virus a su boca a través de sus mano.
- El humo del tabaco y el humo en general estimula la generación de una proteina llamada AC2 en los pulmones. Esta proteina es usada por el nuevo coronavirus para poder alojarse en nuestro cuerpo y empezar su replicación.
- Al expulsar el humo del tabaco, el fumador emite gotitas de flush. Si el fumador está contagiado, puede contaminar a su familia o grupo cercano.
¿Qué medidas de protección debemos tomar?
- Uso correcto de mascarilla, la mascarilla debe cubrir nariz y boca.
- Lavado de manos con agua y jabón, alternativamente se puede utilizar gel con alcohol. Por cada cinco veces que se utiliza gel con alcohol para desinfectar las manos, se debe lavar nuevamente las manos con agua y jabón.
- No uso de guantes, el virus no se transmite directamente a través de la piel y los guantes pueden dar una falsa sensación de seguridad. Si una persona toca una superficie contaminada con sus manos y luego se la lleva a la nariz o boca, existe probabilidad de contagio indistintamente de si usa guantes o no.
¿Qué mascarilla podemos usar?
La mascarilla que usemos depende de la actividad que se realice. Por ejemplo, para la población en general que se mantiene en espacios abiertos es recomendable el uso de mascarilla quirúrgica normal (mascarilla N45). Por otro lado, personas que están en contacto con flujo de aerosoles, nebulizadores, aspirados bonquials, examenes de esputo inducido, pruebas COVID, pacientes ventilados, deben usar mascarilla N95. El uso de mascarillas de tela está contraindicado.
Entrevista
En el siguiente video se puede ver nuevamente la presentación completa de la doctora Noboa: